Como en apenas unos minutos puede cambiar todo de color, y ese mismo color te puede devolver en segundos a situaciones imborrables vividas bajo un mismo cielo de tonos pastel. Y ya no es solo la atmósfera, una palabra te puede transportar a un momento inolvidable y deseado por ti, al volver a ser pronunciada por esa persona especial. Un simple "tranquila" puede agarrarte fuertemente y hacerte volver momentáneamente a ese instante donde solo os encontrábais vosotros, con miradas que atravesaban vuestra personalidad, dejándoos paso mutuamente. Prometieron volver a cruzarse, a interrumpirse, con un escueto pero directo por parte suyo "allí nos vemos", mientras tanto se piensan, se esperan en la prudente distancia con ánimo que algún día no muy lejano vuelvan a reencontrarse. El color volverá, siguiéndolo muy de cerca el ocaso, que como es usual nos sorprenderá. Un momento que para alguien es periódico y efímero, para otro puede ser la culminación de una vida entera de recuerdos. Recuerdos que como las apariencias son seres vivos, no son lo que parecen, aunque en ellos algo de verdadero realismo siempre permanece. Rescato estas imágenes de un verano que poco a poco agoniza, se extingue.
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